Jorge Meléndez Sanchez
Las sociedades tocadas por el tango, en Colombia, en la mitad del siglo XX.
LA CARAVANA DE GARDEL. La inspiración del mito en una buena novela. 1 de 4
El título de esta reseña es
compartido por una película del director caleño Carlos Palau y el por el
novelista Fernando Cruz Kronfly. La película se elabora siguiendo los
derroteros de la novela y, la novela, optó por la leyenda popular: “…Todo lo
que ocurre en la novela es ficción, menos el viaje por ferrocarril, mula y
carro, que fue real.”. Al momento de escribir esta nota, no conozco la
película, pero, por las noticias, las dos versiones escogen sus propios
escenarios y, al fin y al cabo, se deciden por la imaginación que se promueve,
en sencilla latría, por los corredores de la fama.
El protagonista es Arturo Rendón:
“De joven, Arturo Rendón se había desempeñado como rústico arriero de mulas por
los caminos del viejo Caldas”; su emblemático papel lo alumbran su colega de
travesía Heriberto Franco, y Luis Gómez Tirado, empresario del transporte, dos
mulas bautizadas Bolívar y Manuela, y tres prostitutas que hacen evidente el
machismo recreado en lupanares: María Bilbao, “esposa en fuga”, la Leona y la
Gata. El objetivo del abandonado: “…Ya está decidido –se dijo-, mañana partiré
para Umbría. Y regresaré con un pedazo de su sombrero para hacerme con él un
relicario…”
Como era frecuente en aquellos
tiempos, cuando la modernización parecía detenerse en los límites fiscales para
aspirar a una infraestructura adecuada al transporte cómodo de un cadáver, la
noticia frecuente, tal como en pleno siglo XXI sucede en el país tropical, la
lluvia tiene la capacidad de interrumpir la movilidad por tiempo indefinido.
Para el traslado de las cenizas de Carlos Gardel, el camino de Caramanta estaba
inhabilitado para facilitar el transporte del cadáver del zorzal criollo. Sus
pendientes en la cordillera imponían la paciencia ante la lluvia; a
consecuencia de ello, la estación obligada fue Valparaíso, un pueblo cafetero
al lado del antiguo camino que de Medellín buscaba la ciudad de Armenia.
Valparaíso, punto real de referencia, lugar donde los rieles permitirán a
Arturo Rendón despacharse en tren, en un arrebato de insatisfacción por la
compañía “de transportadores” y llegar a Buenaventura, e inventarse o adivinar
la despedida final de Carlos Gardel, en una embarcación sin identificar, y que
partió a Panamá, para tomar su propia autonomía de vuelo, por Brasil,
Montevideo y Buenos Aires; el que quiera confirmar que si llegó, vaya al
cementerio de la Chacarita y visite el Club Boca junior, donde le pueden guiar.
©Jorge Meléndez Sánchez